En primer lugar agradecer a todos los asistentes su presencia y apoyo, desafiando el frío y el aguanieve. El reunir a 2.000 personas un 29 de diciembre en León (y más si no se regala nada) es bastante difícil.
Confío en que poco a poco iremos despertando a todas esas personas que nos miraban desde la acera ó los bares y que tuvieron el impulso de unirse y que por miedo, por vergüenza ó ambas cosas, no lo hicieron. A éstas personas les envío el mensaje de que no es tan difícil cruzar la línea; a veces las cosas no basta con sentirlas, hay que MOJARSE y OPINAR y si toca, también hay que QUEJARSE.
En el fondo una parte de mi no entiende cómo SOLO fuimos 2.000 leoneses cuando el patrimonio nos PERTENECE A TODOS. Hay personas que se han venido desde otras partes de España tomándose muchas molestias y otros que están a dos calles de Puerta Castillo DECIDEN quedarse cómodamente en el sofá de su casa. Cada uno que reflexione dónde le dejan sus acciones.
No por ello hay que perder la esperanza. Estamos haciendo lo que creemos que es correcto y eso es lo que llevaremos en la conciencia. Estamos generando noticias que creo son positivas. Estamos empezando a formar parte de las conversaciones de la calle y eso es muy importante: un deseo genera una acción y una acción repetida muchas veces, se convierte en un hábito. Hagamos del leonesismo una buena costumbre.
¡¡Animo a todos!!
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