La manifestación a su paso por la Calle Ancha y tras la pancarta principal.
Crónica de León 30/12/06
M. MARCOS LEÓN.— La manifestación convocada ayer por Comunidadleonesa.es es un aviso para navegantes dirigido a todas las administraciones que han descuidado el mantenimiento y rehabilitación del patrimonio leonés.
El manifiesto leído ante la Catedral por la periodista Puri Gómez lo dejó muy claro: tras preguntarse cómo es posible que León haya permanecido impasible ante la pérdida de su gran patrimonio advierten que se ha acabado el tiempo de contemplar el deterioro «resignados».
«Ante la trascendencia de los hechos», prosigue el manifiesto, «exigimos que rueden las cabezas políticas de los responsables de este delito, de este crimen de leso patrimonio; no podríamos decirlo ni más alto ni más claro: si aún les queda un ápice de sensibilidad, en un arranque de honradez y frente al espejo de sus gravísimos errores, solicitamos la dimisión voluntaria de la consejera de Cultura de la Junta y de la ministra de Cultura del Gobierno central. Si así no fuere, exigimos, por parte de los respectivos presidentes, su cese fulminante. Ya no caben otras soluciones. Y, si ni aquellas ni estos asumieran sus responsabilidades, deberá ser el pueblo leonés quien se las exija en las ya próximas elecciones».
«Reclamamos, en este momento, un público homenaje a estas dos valientes gárgolas que han optado por el sacrificio de su propia existencia. Que su inmolación no resulte vana, que se reponga una copia en su lugar y se las declare solemnemente mártires de la causa leonesa. Así lo requerimos, al tiempo que solicitamos el refrendo de esta moción por parte de los aquí presentes, y a mano alzada, como en nuestro tradicional concejo, la forma más democrática de gobierno de la que han gozado los leoneses de todas las épocas».
Para los convocantes de la protesta no existen dudas: lo ocurrido en León es un delito. «Los ciudadanos libres, aquí presentes, no mediatizados por compromiso político alguno, tienen que mostrar, en pública manifestación, su disgusto, su enfado, su justificado cabreo, sus irrenunciables demandas y sus exigencias, ante unos hechos que, más que próximos a la desidia, a la dejadez o a la incompetencia, el jurado popular los sitúa ya en las cercanías del delito».
Los manifestantes también se preguntaban dónde están otros restos del patrimonio leonés que en años anteriores se prometio recuperar como son los Principia.
sábado, 30 de diciembre de 2006
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